El 2 de septiembre se publicó en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México una reforma clave al artículo 3° de la Constitución Política de la Ciudad de México. Esta actualización busca reforzar principios esenciales como el respeto a los derechos humanos, la dignificación del trabajo y el reconocimiento de la propiedad privada, en alineación con el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Pero, ¿qué significa realmente esta reforma para los ciudadanos? En primer lugar, es importante aclarar que no elimina la propiedad privada. De hecho, reafirma que las tierras pueden seguir siendo propiedad de particulares, tal como lo establece el marco federal. Las expropiaciones, un tema sensible, solo podrán llevarse a cabo por causas de utilidad pública, bajo las mismas reglas que ya se aplicaban en la Ciudad de México antes de la reforma.
En resumen, esta modificación fortalece los principios fundamentales que guían el desarrollo de la ciudad, asegurando que la propiedad privada se mantenga protegida dentro de un Estado democrático y social.
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